La víspera, en reunión de emergencia, el primer ministro Shehbaz Sharif ordenó la pesquisa y prometió el uso de todos los recursos del Estado para capturar a los responsables de la acción violenta, ocurrido el pasado martes.
También ofreció su más sentido pésame a las familias de las víctimas del ataque y aseguró que los autores de ese acto, que calificó de bárbaro, serán llevados ante la justicia rápidamente.
El primer ministro apreció la prontitud con la que los organismos encargados de hacer cumplir la ley y los pobladores respondieron y salvaron muchas vidas, según Associated Press of Pakistan.
Sharif subrayó el vínculo duradero de hermandad entre los pueblos de Pakistán y China y transmitió que toda la nación está entristecida por los fallecidos.
El terrorismo es una amenaza transnacional que ha sido instrumentalizada por los enemigos de Pakistán para obstaculizar el progreso y el desarrollo del país, enfatizó.
Agregó que los actos contra la amistad entre Islamabad y Beijing tienen como objetivo particular crear desconfianza entre los dos países, que calificó de hermanos de hierro.
Pakistán es testigo de un repunte de las actividades terroristas durante el último año, después que Tehreek-i-Taliban Pakistan puso fin a su alto el fuego con el gobierno en noviembre de 2022, precisaron medios de prensa.
En días pasados, fuerzas de seguridad neutralizaron un asalto a la Estación Naval de Siddique, la segunda más grande del país, ubicada en la ciudad de Turbat, con saldo de un soldado y cuatro atacantes fallecidos en un enfrentamiento.
Un informe publicado el mes pasado por el Centro de Investigación y Estudios de Seguridad aseguró que el país experimentó 97 ataques en febrero, que causaron 87 muertes y 118 heridos.
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