De acuerdo con la indagación, a cargo de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, con el derretimiento del hielo polar el tiempo como lo medimos hasta ahora puede desacelerarse y la “desaparición” de ese supuestamente imperceptible segundo acontecería entre 2026 y 2029.
Las horas y minutos están determinados por la rotación del planeta, que no es constante y puede modificarse ligeramente, dependiendo de lo que suceda en la superficie de la Tierra y en su núcleo fundido.
“Aunque dichas variaciones pudieran parecer imperceptibles en ocasiones significan que los relojes del mundo deban ajustarse en un “segundo intercalar”, y ello tendría un gran impacto en los sistemas informáticos”, detalla la investigación.
Además del derretimiento del hielo, los procesos en el núcleo del planeta constituyen otro factor que podría cambiar el cronometraje global, detalla el informe.
El autor principal del estudio Duncan Agnew, puntualizó que el núcleo líquido del planeta gira independientemente de su capa exterior sólida y si este se desacelera, la capa sólida aumenta su velocidad para mantener el impulso.
Todavía no conocemos por qué está cambiando la velocidad del núcleo y se sabe muy poco sobre lo que sucede aproximadamente a más de dos mil 800 kilómetros debajo de la superficie, confirmó el científico.
“Lo cierto es que, a pesar de que el derretimiento del hielo polar ejerce una influencia desaceleradora, en general la rotación de la Tierra se está acelerando. Eso significa que el mundo pronto necesitará restar un segundo por primera vez”, afirmó Agnew.
El experto puntualizó que muchos sistemas informáticos poseen softwares que les permite sumar un segundo, pero en pocos existe la capacidad de restar uno.
«Parte de descubrir qué va a pasar en el cronometraje global, depende de entender qué está pasando con el efecto del calentamiento global», aseveró el científico.
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