Según usualmente hace el Ministerio el primer miércoles de cada mes, se evalúan los precios internacionales del crudo, así como el valor de la moneda nacional (el rand) para ajustar el precio de la gasolina y el diésel para el mes entrante.
La mala noticia es que los ajusten siempre son para la subida, y, asi, mes tras mes los incrementos se vuelven considerables, desatando una cadena inflacionaria en la cual los portadores energéticos están en la base.
En esa ocasión, según lo previsto, la gasolina aumentará 65 centavo de rand el litro para la de 93 octanos sin plomo y 67 centavos para la de 95 sin plomo (entre trs y cuatro centavos de dólar).
Los precios entrarán en vigor a partir de la medianoche del martes de la próxima semana.
Las oscilaciones de precios del diésel serán mucho menores, despreciables como promedio.
Acorde con Robert Maake, vocero del Ministerio, también en el aumento influye el que se haya impuesto fijo tanto a la gasolina como al diésel.
Asimismo, hay un ajuste anual de los costos del transporte por tuberías y por carretera, y otro sobre las emisiones de carbono.
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