El presidente de la estatal energética Ancap, Alejandro Stipanicic, informó en noviembre que la inversión total sería de 79 millones de dólares, aunque un conflicto sindical extendió el plazo de la parada y elevó el costo a los 135 millones de dólares.
Stipanicic dijo que en las tareas de mantenimiento y sustitución de equipamiento participan 470 funcionarios de Ancap y unos mil contratistas.
En el proceso se sustituyeron tres torres de destilación, de unos 30 metros de altura y unas 20 a 23 toneladas de peso cada una. También cerca de una veintena bombas.
«La obra más importante de todas es la sustitución del casquete del cracking catalítico, que le va a alargar la vida útil a la unidad más importante», explicó el directivo.
Se espera que la planta reinicie operaciones los próximos días. Su parada incidió en la baja del Producto Interno Bruto de 2023 y el aumento de las importaciones de combustibles.
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