domingo 5 de mayo de 2024
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Mortalidad infantil creció en Uruguay

Montevideo, 31 mar (Prensa Latina) La mortalidad infantil en Uruguay registró en 2023 un aumento considerable, según apreció el doctor y exviceministro de Salud Miguel Fernández, en declaraciones divulgadas hoy aquí.

El también especialista de la Organización Panamericana de Salud refirió datos oficiales que, dijo al medio Caras y Caretas, deben preocupar a las autoridades nacionales.

Martínez consideró que la tasa de mortalidad infantil (TMI) creció como nunca antes desde que se llevan registros en el país.

Según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP) la TMI se ubicó en 2022 en 6,2 por mil nacidos vivos, pero en 2023 se disparó a 7,3 fallecidos por mil nacimientos.

El experto argumentó en redes sociales sobre lo que calificó como “desmantelamiento del Primer Nivel de Atención en las zonas de mayor vulnerabilidad social”.

También refirió fallas en la educación sexual en el sistema educativo, en las campañas públicas para prevenir embarazos no intencionales y de las políticas de captación precoz de embarazos.

Para el especialista las cifras resultan más alarmantes cuando en Uruguay continúa descendiendo la natalidad.

En 2015 ocurrieron 48 mil 926 nacimientos, que se redujeron en 37 por ciento el año pasado, cuando fueron contabilizados 31 mil 381 mil alumbramientos, apuntó, y llamó a proteger “a los pocos niños que nacen”.

Cuando entró el siglo XXI, Uruguay registraba 14 muertes de menores de un año cada mil nacidos vivos.

“La mejora de las condiciones de vida, la baja de la desnutrición, la exigencia del carné de vacunación, los controles del embarazo y durante los primeros meses de vida hicieron que se hayan controlado aún más los factores modificables que llevaban a esas tempranas muertes”, había explicado antes, al diario El Observador, el pediatra Gabriel Peluffo.

Por tales condiciones Uruguay registró su tasa de mortalidad infantil más baja en 2020 (6,2 por cada mil nacidos vivos).

Pero 2023 dio un revés. Hubo un aumento de las muertes de menores de un año (fueron 229 en total) y encima cayeron los nacimientos. Por lo cual, la mortalidad infantil volvió al peor registro desde 2016.

oda/ool

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