Black Bull Tavern, ubicada en el corazón de la urbe, ha estado activa desde 1833 y su edificación tiene la designación de propiedad patrimonial, lo que la protege de la demolición.
En la declaración emitida en su cuenta de Instagram, la taberna compartió cómo su inminente cierre significa el fin de una era.
«La ciudad está cambiando y, lamentablemente, lo que alguna vez fue uno de los patios más grandes y soleados de Toronto está a la sombra de edificios de gran altura», se lee en la publicación.
“Después de que falleciera el propietario Bobby Taylor, llegó el momento de que nuestra familia se despidiera de la esquina de Queen y Soho”.
“Nos gustaría agradecer al personal de The Black Bull por su dedicación y compromiso a lo largo de los años. Nos alegra que muchos de ustedes hayan encontrado a sus compañeros de vida en el bar. Sabemos que todos tienen recuerdos coloridos para recordar su tiempo aquí”, continuó.
El personal del bar creó recuerdos para los clientes nostálgicos que buscaban llevarse a casa una parte del lugar histórico.
Hay una gorra, una camiseta y una camisa de manga larga con el logo de The Black Bull, cuyo precio oscila de 30 a 40 dólares canadienses, y todas las ganancias se destinan al personal.
«Espero que el Black Bull siga siendo un bar durante las próximas décadas y que los futuros propietarios rindan homenaje a la historia del edificio», concluye la publicación.
Los habitantes de Toronto pueden pasar por el bar hasta el 3 de abril, cuando cerrará oficialmente para siempre.
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