Perteneciente a la Empresa Brasileña de Hemoderivados y Biotecnología (Hemobrás), la fábrica tendrá capacidad productiva para elaborar 1,2 mil millones de unidades de Hemo-8r, medicamento profiláctico factor ocho recombinante, usado en el tratamiento de la hemofilia A.
Esta es la dolencia más común y responsable de cerca del 70 por ciento de los casos en el país. Brasil tiene cerca de 15 mil personas en tratamiento por este disturbio genético y hereditario que afecta la coagulación de la sangre.
La inauguración contó con la participación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien estuvo acompañado de la ministra de Salud, Nísia Trindade, la gobernadora de Pernambuco, Raquel Lyra, y otras autoridades.
Según Lula, la fábrica forma parte de la estrategia de su gobierno de impulsar la industria sanitaria y hacer que el país sea autosuficiente en la producción de medicamentos.
«Nuestro objetivo, al crear esta estrategia, es expandir la producción nacional de agregados prioritarios para el Sistema Único de Salud (SUS), además de reducir la dependencia de insumos, medicamentos, vacunas y otros productos extranjeros de la salud», señaló.
En el caso de la hemofilia A, Hemo-8r es una alternativa al medicamento hemoderivado, oriundo del beneficio del plasma, extraído de donaciones de sangre excedentes cedidas por hemocentros a Hemobrás.
Durante su discurso, el mandatario recordó a miles de hemolíticos que sufrieron durante muchos años sin tratamiento adecuado para la enfermedad e hizo un homenaje a la memoria de dos hermanos que tuvieron el padecimiento.
La previsión, según el Ministerio de Salud, es que la nueva fábrica esté en plena actividad a partir de 2025, con distribución de los remedios para el SUS.
Su capacidad productiva será suficiente para abastecer el ciento por ciento de la demanda de ese estatal sistema sanitario.
El proyecto de la planta fue desarrollado a partir de una instalada en Suiza e involucró a especialistas de Estados Unidos y profesionales de biotecnología de otros países. La inversión en infraestructura es de aproximadamente 240 millones de dólares.
Durante la ceremonia, Trindade destacó que, además de hacer a Brasil autosuficiente en la fabricación del medicamento, la fábrica tendrá capacidad de atender la demanda de otras naciones, por medio de una tecnología dominada por pocos en el mundo.
«Hemobrás fue considerada una empresa estratégica de defensa, es decir, de soberanía nacional. Solo cinco países poseen la tecnología que Brasil ahora tendrá», aseguró.
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