Los investigadores realizaron un estudio exhaustivo de la historia ocupacional del país, que contempló más de 160 millones de registros que abarcan más de tres siglos: desde 1600, cuando Inglaterra todavía estaba bajo el gobierno del último gran monarca Tudor, Isabel I, hasta bien entrado el siglo XIX.
El corpus de información incluye datos del censo, registros parroquiales, testamentarios y más, según el sitio web Phys.org.
Además, los expertos visitaron 80 oficinas de registros para recopilar informaciones de 2,5 millones de notas de bautismo del siglo XIX (cuando se hizo obligatorio enumerar la ocupación del padre), señala el artículo.
El resultado es parte de un proyecto de investigación que funciona desde hace más de 20 años: la Estructura Ocupacional de Gran Bretaña 1379-1911, que recopila datos desde registros de impuestos electorales de finales de la Edad Media hasta informes forenses de principios de la Edad Moderna.
Dicho trabajo se presentará mañana en la conferencia anual de la Sociedad de Historia Económica “Oleada de empresa y productividad”.
La base de datos muestra que una oleada de iniciativa empresarial y productividad sentó las bases de la primera economía industrial del mundo.
Gran Bretaña ya era una nación de creadores en 1700, dijo Leigh Shaw-Taylor, líder del proyecto y profesor de Historia Económica en la Facultad de Historia de Cambridge, citado en el artículo.
En Inglaterra, la mitad de todo el empleo manufacturero se encontraba en el campo en 1700, y había artesanos del pueblo y redes de tejedores en las zonas rurales que trabajaban para comerciantes que suministraban lana y vendían los artículos terminados, afirmó Shaw-Taylor.
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