Según el Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), el evento astronómico duró dos horas y 25 minutos (desde las 13:39, hora local, hasta las 16:05, hora local) y la cobertura del disco solar llegó al 42,3 por ciento.
Para esta ocasión, el IGA organizó una observación pública del eclipse desde el observatorio astronómico cubano ruso, que radica en la sede de dicha institución en el reparto La Coronela, municipio habanero de La Lisa.
Entre tanto, en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, para propiciar las mejores observaciones el Museo de Historia Natural Tomas Romay desarrolló diversas actividades recreativas e instructivas, en el horario comprendido del fenómeno.
Según se dio a conocer, se realizaron observaciones seguras con filtros diseñados para observar el Sol, utilizando los telescopios ecuatorial marca Orión de 120 milimetros (mm) y marca Celestron de 70 mm, así como cámaras especializadas en astrofotografía planetaria y solar.
Igualmente, el planetario brindó sus servicios y conferencias que enriquecieron el conocimiento del público sobre cómo influyen los eclipses en el desarrollo de la cultura de la humanidad, haciendo énfasis en la mitología griega y egipcia.
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