Crecimientos promedios anuales, cercanos al seis por ciento durante los últimos 20 años, permitieron elevar el peso internacional del Producto Interno Bruto (PIB) de dichas naciones, que muestran una importante integración en las cadenas globales de valor, incluidas las relativas a la provisión de materias primas, reconoció el FMI.
Según opinó el Fondo Monetario Internacional (FMI), las economías de Argentina, Brasil, China, India, Indonesia, México, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica y Türkiye se han vuelto cada vez más sistémicas por su creciente inserción en las cadenas globales.
No obstante, la institución de Bretton Woods mostró su preocupación por el desempeño de esos países, en especial de China, al considerar que pueden desencadenar choques externos de considerable magnitud.
A juicio del organismo, “los efectos de contagio de los ‘shocks’ internos en los mercados emergentes del G20, particularmente China, han aumentado y ahora son comparables en tamaño a los de los shocks en las economías avanzadas”.
Las 10 economías emergentes del G20 duplicaron con creces su participación conjunta en el PIB mundial desde el año 2000, sopesó la fuente.
Desde la óptica de Occidente, el FMI aconsejó reforzar los marcos de política monetaria para gestionar posibles perturbaciones, pues “las sombrías perspectivas” para los mercados emergentes del G20 amenazan con extenderse y frenar el crecimiento de otras economías semejantes y en desarrollo.
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