El texto que circula hoy aquí manifestó su respeto y respaldo a la voluntad soberana del pueblo venezolano de elegir su sistema electoral, sus normas y leyes.
Rechazó las injerencias de Estados Unidos en la República Bolivariana y en Nuestra América, y demandó el respeto a la autodeterminación de los pueblos de la Patria Grande, porque “no somos el patio trasero del imperio”.
La Red Continental aseveró que las elecciones de julio, la número 31 en 25 años de Revolución, son de vital importancia, para el pueblo venezolano como para América Latina y el Caribe.
Subrayó que el avance de la Revolución bolivariana es también el avance de la “integración emancipadora, antiimperialista y rumbo al socialismo”.
No somos neutrales ni indiferentes, “somos militantes antiimperialistas y solidarios” con las luchas emancipadoras que protagonizan los pueblos y gobiernos de Nuestra América, ratificó.
Remarcó que “respaldamos de forma inquebrantable” la candidatura presidencial del compañero Nicolás Maduro, acompañando la postulación que el Partido Socialista Unido y 3,5 millones de venezolanos “legitimaron en tiempo y forma”, establecidos por el Consejo Nacional Electoral.
Los movimientos latinoamericanos señalaron que las leyes electorales y la Constitución nacional constituyen un principio fundamental de la soberanía política, económica, cultural y social de toda nación y Estado.
En ese sentido exhortaron a los pueblos de “esta Patria Grande a “valorar y respetar estas leyes y normas” que representan la decisión soberana, en este caso, del pueblo venezolano.
Llamó a respetar la voluntad soberana de los venezolanos, “más allá de cercanías políticas e ideológicas” y alegó que ningún país tiene derecho a entrometerse en los asuntos internos de otro, porque cada pueblo construye sus propias instancias electorales y democráticas, según su propia historia y cultura.
La Red Continental rechazó las maniobras de Estados Unidos contra Venezuela y llamó a los distintos partidos políticos progresistas y democráticos, a los gobiernos de Nuestra América, a los pueblos de la Patria Grande a “respaldar el soberano derecho” de Venezuela a decidir su sistema electoral.
Denunció la hipocresía del gobierno estadounidense, que “no tiene ningún interés democrático”, sino que lo movilizan sus intereses en los recursos energéticos y minerales de la República Bolivariana, y por eso tratan de imponer a su candidata genuflexa y cipaya mediante una andanada de falsedades.
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