Desde el 15 de abril del año pasado Sudán sufre un feroz conflicto debido a la pugna por el poder entre el presidente del Consejo Soberano de Transición, general Abdel Fattah al Durhan, y el caudillo de la milicia Fuerzas de Apoyo Rápido, general Mohamed Hamdan Dagalo.
Más de 10 millones de niños sudaneses han estado en zonas de guerra y/o a menos de cinco kilómetros de áreas bajo fuego de armas, bombardeos artilleros y otras formas de violencia durante el último año, dice una encuesta encargada por la organización humanitaria Save the Children.
Uno de cada dos menores sudaneses están en esto momentos o han estado a esa distancia de las líneas de los frentes del conflicto, afirma el análisis elaborado por técnicos de la empresa especializada Locación de Conflictos Armados.
Las cifras evidencian un aumento del 60 por ciento respecto a los seis millones 600 mil infantes expuestos a la violencia de los combates en el primer mes del conflicto, que estalló el 15 de abril de 2023.
Muchos de ellos, presenciaron o sufrieron heridas, muerte o desplazamiento, daños sicológicos y la destrucción de sus viviendas y comunidades, subraya la pesquisa.
La guerra civil sudanesa costó la vida a unas 14 mil personas, en su mayoría civiles no beligerantes, un número muy superior de heridos y mutilados y el desplazamiento forzado de unas ocho millones 500 mil personas, acorde con los datos más actualizados.
Situación similar, aunque por otras circunstancias atraviesan los niños palestinos en la franja de Gaza contra la cual Israel lanzó toda la fuerza de su ejército, entre los más poderosos del mundo, desde el 8 de octubre pasado en una guerra de exterminio aún en curso.
Diversos intentos en el Consejo de Seguridad de la ONU para obligar a Tel Aviv a cesar el holocausto en el enclave palestino naufragaron de la mano del veto interpuesto por Estados Unidos en su condición de miembro permanente de ese órgano.
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