El día primero de abril, el régimen sionista y racista lanzó una agresión traicionera contra la sede de la embajada de Irán en Damasco, lo que constituyó una violación a la Carta de las Naciones Unidas, el Derecho Internacional Humanitario y las Convenciones de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, informó una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Reveló que en este ataque murieron seis ciudadanos sirios y siete iraníes que se encontraban dentro del consulado, además de la muerte de varias personas que estaban frente a la misión diplomática esperando un medio de transporte.
El comunicado aseguró que, en respuesta a este acto hostil, Irán lanzó después de la medianoche del sábado una serie de ataques contra objetivos militares israelíes, que se produjeron en el marco del ejercicio de su derecho a la autodefensa y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, aclaró el Ministerio.
Reiteró la condena de todos los ataques israelíes sionistas contra territorio sirio, especialmente aquellos dirigidos contra instalaciones civiles como los aeropuertos de Damasco y Alepo.
La declaración consideró que las violaciones israelíes a la Carta de las Naciones Unidas, el derecho internacional y a la soberanía de la República Árabe Siria no han hecho más que exacerbar la situación en la región y amenazar la paz y la seguridad regionales e internacionales.
Es vergonzoso que Estados Unidos y sus aliados en Occidente se traguen la lengua cuando Israel atacó el territorio sirio y el consulado iraní en Damasco, mientras desatan una campaña hostil a la República Islámica de Irán, destacó el comunicado.
Por último, la Cancillería pidió al Consejo de Seguridad y a la Secretaría de las Naciones Unidas que asuman su responsabilidad de frenar los crímenes de Israel y que los funcionarios israelíes rindan cuentas y no gocen de impunidad.
En las primeras horas de este domingo, la Guardia Revolucionaria de Irán lanzó una operación que incluyó el lanzamiento de decenas de misiles y drones contra blancos israelíes, en respuesta al ataque a la sección consular persa en Damasco y el asesinato de los líderes y asesores militares iraníes.
Irán subrayó que el masivo ataque de las fuerzas armadas responde al derecho inherente a la legítima defensa según lo estipulado en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas.
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