En opinión del jefe de gobierno, esos representantes participan activamente en los debates políticos en torno al proyecto titulado Sobre la transparencia de la influencia extranjera, tratando de combinar sus funciones con las legislativas, dictando al Parlamento georgiano qué ley aprobar y cuál no.
Para Kobakhidze, esa actitud va en contra de las normas diplomáticas, aunque calificó de prioridad la cooperación con los embajadores de Estados Unidos y la Unión Europea, teniendo en cuenta que el principal objetivo de política exterior de Georgia es su integración al bloque comunitario.
Señaló que durante las discusiones cerradas los diplomáticos no argumentan en contra de este proyecto de ley, pero posteriormente y de forma pública hacen declaraciones infundadas, dirigidas esencialmente a la oposición local.
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