“Los gritos o los odios a la patria no nos van a detener y aquí estamos firmes por la salud de todos los peruanos, acá no hay espacio para odios y para mediocridades”, dijo la mandataria en el lanzamiento de un programa gubernamental de mejoramiento de hospitales centenarios o cercanos al siglo de haberse construido.
Boluarte no dio detalles, pero entre los reporteros presentes quedó la percepción de que estaba molesta por hechos y sucesos registrados en el fin de semana.
Ayer la empresa Datum difundió los resultados de su encuesta mensual, en la que la aprobación a la presidenta cae de 10 a 7 por ciento, la más baja de un presidente en dos décadas, y la desaprobación sube de 85 a 88 por ciento.
Además, un programa periodístico dominical de televisión reveló partes del reciente y largo interrogatoio de la Fiscalía de la Nación a Boluarte, en el marco de una indagación por presunto enriquecimiento ilícito.
El informe destacó la negativa de la declarante al pedido de la Fiscalía, de autorizar el levantamiento del secreto de sus cuentas bancarias, que están bajo sospecha por la detección de importantes ingresos no justificados.
Según el informe, ante el pedido de los fiscales, la mandataria respondió que tal apertura solo podría ser ordenada por un juez, lo cual se prevé que gestionarán los investigadores.
A ello se agrega los comentarios que atribuyen la suspensión del conocido jefe de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac), Harvey Colchado, a una venganza de la mandataria por el allanamiento de su casa encabezado por el oficial el 5 de abril.
Colchado fue suspendido indefinidamente y sometido a un proceso disciplinario por faltas graves, según el alto mando de la Policía Nacional, relacionados con la publicación en Internet de la foto de un pastel de cumpleaños con un muñeco con chaleco policial que arremete con un ariete contra una puerta.
La coordinadora de la Fiscalía Contra la Corrupción en el Poder, Marita Barreto, a cuyas órdenes está la Diviac, dijo que la sanción a Colchado “es una venganza de la corrupción en el poder”.
Barreto y los exministros del Interior Mariano González y Carlos Basombrío coincidieron con Barreto en atribuir a una venganza la medida contra el oficial y el primero dijo, directamente, que se trata de “una vengazna de la presidenta Boluarta”.
Los defensores de Colchado sealan que el pastel de cumpleaños, obsequiado a Colchado por sus agentes, representa un proedimiento ordenado de un juez supremo ante las resistencias de familiares de Boluarte a abrr la puerta a fiscales y policías.
mrs
