A juicio del también exprimer ministro italiano, la UE carece de una estrategia clara de cómo enfrentar el desafío, cuando otras regiones del orbe diseñan activamente políticas para mejorar la posición competitiva y redirigir las inversiones hacia sus propias economías.
El mundo está cambiando y eso tomó por sorpresa al bloque comunitario, juzgo el experto, en una conferencia sobre el Pilar de Derechos Sociales de la UE, celebrada este martes en la localidad belga de La Hulpe.
“Confiábamos en el orden internacional basado en normas esperando que los demás hicieran lo mismo”, alegó Draghi, al adelantar algunas valoraciones sobre el tema, como parte de un informe en elaboración por solicitud de la Comisión Europea.
Nuestra respuesta es limitada porque en nuestra organización, la toma de decisiones y la financiación están diseñadas para el mundo de ayer, dijo el economista al reconocer los retrocesos en la competitividad del club comunitario.
En otras zonas del orbe, contrastó, diversas industrias afrontan inferiores costos energéticos y una menor carga normativa e, incluso, disfrutan de subvenciones masivas.
La UE, ejemplificó, invierte menos en tecnologías digitales y avanzadas que Estados Unidos y China; de tal forma, acotó, el bloque cuenta con apenas cuatro empresas tecnológicas entre las 50 primeras del mundo.
Al mismo tiempo, la UE está en desventaja en cuanto a su acceso a las cadenas globales de suministro de minerales críticos, abundó.
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