Durante la reunión, los socios chinos condenaron el bárbaro ataque terrorista en Crocus City Hall ocurrido el 22 de marzo y señalaron la importancia de combatir conjuntamente la amenaza terrorista global en todas sus formas y manifestaciones, destaca el comunicado de la cancillería.
Según la nota, los participantes del encuentro intercambiaron puntos de vista sobre la evaluación de las amenazas a la seguridad, incluyendo en Oriente Medio, Asia Central y Afganistán.
Asimismo, Rusia y China examinaron planes para intensificar la interacción ruso-china de forma bilateral y en el marco de las organizaciones internacionales, incluidos la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el grupo Brics y la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).
Además, los diplomáticos remarcaron la similitud de enfoques en una amplia gama de temas de la agenda antiterrorista y expresaron el interés mutuo en seguir trabajando para garantizar la seguridad a nivel regional y global.
El pasado 22 de marzo, un comando de hombres armados disparó contra una multitud reunida para un concierto de rock en la sala Crocus City Hall, al noroeste de Moscú, e incendió el recinto causando, según los últimos datos oficiales, 145 muertos y más de 550 heridos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció que el ataque fue obra de islamistas radicales, pero supuso que podría ser un eslabón en una cadena de operaciones que se llevan a cabo contra Rusia desde 2014 «con las manos del régimen neonazi de Kiev».
Según el Servicio Federal de Seguridad ruso, después del atentado los terroristas intentaron huir hacia la frontera entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, Ucrania negó de plano su implicación en el ataque.
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