En gira por España y Portugal, el BNC recibió con tristeza la noticia del fallecimiento de la otrora bailarina y maestra, que en el año 2000 el Instituto Superior de Arte de Cuba le otorgó el título de Doctor Honoris Causa en Arte Danzario.
Ramona de Sáa, nuestra querida maestra Cheri, como cariñosamente la llamábamos sus alumnos (…), la inteligencia, la abnegación y el talento que siempre la distinguieron” a Cheri, comentó Viengsay.
Esos dones, unido a su extraordinaria capacidad para el magisterio, la convirtieron en uno de los nombres imprescindibles en la enseñanza del ballet en Cuba e Iberoamérica. Añadió la directora del BNC.
En otra parte de sus declaraciones a las que tuvo acceso Prensa Latina, señaló que “su cabal comprensión de las ideas de Alicia y Fernando Alonso, y su innata capacidad para llevarlas a la práctica contribuyeron a su excepcionalidad”.
Recordó, asimismo, que como maestra o directora, Cheri formó a muchísimas generaciones de bailarines cubanos.
“Todos los bailarines que hoy integramos el Ballet Nacional de Cuba fuimos sus alumnos. Nos toca a nosotros, no sólo recordarla, sino también mantener viva sus enseñanzas, y no solo en el salón de clases”, resaltó.
Cheri ya no está físicamente con nosotros, pero su legado permanecerá siempre, apostilló Viengsay Valdés.
Antes, el BNC emitió un extenso comunicado a propósito de la muerte de Ramona de Sáa, a quien situó al lado de las leyendas de la compañía a lo largo de la historia, como Josefina Méndez, Loipa Araújo, Aurora Bosch y Mirta Plá, junto a Alicia Alonso y Fernando Alonso.
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