Al intervenir en un debate abierto convocado por el órgano para la paz, el máximo responsable de Naciones Unidas aseguró que la falta de progreso hacia una solución de dos estados sólo aumentará la volatilidad y el riesgo para cientos de millones de personas en toda la región.
Guterres insistió en que Medio Oriente permanece al borde del precipicio al pedir máxima moderación frente a consecuencias de gran alcance.
«Un error de cálculo, una falta de comunicación, un error podrían conducir a lo impensable: un conflicto regional a gran escala que sería devastador para todos los involucrados y para el resto del mundo», alertó.
El diplomático portugués recordó que, tras casi siete meses de operaciones militares israelíes en Gaza, los civiles padecen un infierno humanitario que acumula decenas de miles de muertos, entre ellos más de 13 mil 800 niños, mientras cerca de dos millones están bajo la amenaza de la hambruna.
El progreso aparente en un área a menudo se ve anulado por retrasos y restricciones en otras partes, aseguró al representante al reconocer el impacto limitado y, a veces, nulo de la llegada de insumos por las trabas impuestas por Israel.
Poner fin a las hostilidades en Gaza aliviaría significativamente las tensiones en toda la región, consideró el secretario general quien insistió en cumplir por un alto el fuego humanitario inmediato y la liberación inmediata de los rehenes.
De acuerdo con el programa previsto, el Consejo de Seguridad someterá a votación la membresía plena de Palestina, que actualmente mantiene un estatus como observador permanente.
Más de 130 Estados miembros de los 193 de Naciones Unidas ya reconocen a Palestina, lo que genera esperanzas de que su solicitud sea apoyada en la Asamblea General si el Consejo de Seguridad lo recomienda.
El principal obstáculo podría ser el veto de Estados Unidos, miembro permanente y aliado cercano de Israel. El uso de ese privilegio bloquearía por completo la recomendación.
Los procedimientos para la adhesión de nuevos miembros implican la creación del Comité especializado y la redacción de un informe que regresaría al órgano de seguridad para ser votado.
Al menos nueve de los 15 integrantes del Consejo deben aprobar a la parte aspirante a la adhesión, incluyendo a Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido, cinco miembros permanentes.
Si el resultado es positivo, la propuesta irá entonces a la Asamblea General, donde dos tercios de los 193 Estados miembros deben aprobar la nueva membresía para ser nuevamente sujeta a voto en el Consejo de Seguridad.
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