En declaraciones durante las reuniones de primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, el director General de la OIT, Gilbert F. Houngbo, también subrayó la necesidad de reforzar la inversión en políticas sociales, instituciones y una acción concertada y coordinada a todos los niveles.
Al referirse al informe de la OIT Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Tendencias 2024, recordó que los salarios reales disminuyeron en la mayoría de los países del G20, pese a la disminución del desempleo mundial y del crecimiento positivo del empleo.
Houngbo alertó sobre el incremento de la cantidad de trabajadores que viven en la pobreza extrema en cerca de un millón de personas.
Igualmente, abordó los retos de las transformaciones estructurales a largo plazo en el mundo del trabajo, -incluidos los efectos de la inteligencia artificial generativa (IA)- la transición climática y las divergentes trayectorias de protección social de los países de ingresos altos y bajos.
Sobre el impacto de la IA en el mercado laboral precisó que será significativo y pronosticó que unos 75 millones de puestos de trabajo podrían ser automatizados por completo.
También señaló las «muy diferentes» trayectorias de protección social en el mundo, ya que los países de altos ingresos se acercan a la cobertura universal, mientras las naciones de bajos ingresos informan de pocos progresos desde 2015.
La falta de inversión en protección social es una de las principales causas de la insuficiente cobertura social señaló y para los países de renta baja la solidaridad internacional es esencial para colmar el déficit de financiación, defendió.
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