En una céntrica avenida capitalina, en el mismo lugar donde hace más de un año como abanderado del Movimiento Semilla divulgara su plan, el mandatario expresó que llegaron al cargo sabiendo que los retos eran muchos.
Entre ellos, calificó de más importante el combate a la corrupción, y sostuvo que los fondos públicos en el pasado alimentaban las estructuras políticas podridas.
Dijo tener la certeza de que estas, “esa minoría perversa, engordó sus bolsillos e intentó perpetuar un sistema que recompensaba su inmoralidad a costa de la salud, de la educación y del desarrollo del pueblo de Guatemala”.
Frente al Ministerio de Gobernación, acompañado de buena parte de su equipo, afirmó que ya no lo podrán hacer más, aunque reconoció que limpiar cada gaveta no ha sido fácil.
“El orden, la limpieza no se alcanza de la noche a la mañana y estamos caminando entre trampas y precipicios”, enfatizó el político de 65 años, sociólogo de profesión.
Pero, estamos navegando con la cautela necesaria y con la certeza de que vamos en dirección a tierra firme, lejos del pantano de la corrupción, en donde nos habían mantenido sumidos, aseveró.
El jefe de Estado puntualizó que cuestiones de lo público que anteriormente estaban ocultas bajo la alfombra, como la elección de gobernadores departamentales, las puso sobre la mesa, le dio visibilidad y abrió un proceso más participativo.
Consideró que no ha sido fácil, sin embargo -agregó- hacer lo mismo que antes nos habría llevado a caer en ese círculo vicioso de opacidad que corrompe al poder y a la sociedad toda.
Refirió la denuncia de grandes casos de corrupción, como el contrato de las vacunas Sputnik contra la Covid-19, del aeropuerto internacional La Aurora o el de las escuelas Bicentenario.
Adelantó que seguirán muchas más, mientras planteó la eliminación de más de mil 300 plazas que no tenían ninguna razón de ser, fantasmas que funcionaban como vale de canje para compra de voluntades políticas.
Romper ese mecanismo de intercambio corrupto requiere de voluntad y aplomo por parte de quienes tomamos decisiones con la confianza del pueblo de Guatemala, pero también de un sistema de justicia que sea independiente, señaló Arévalo.
Reclamó autoridades que no callen ni finjan ceguera de forma cínica y cómplice ante los hechos evidentes de corrupción y mencionó abiertamente actores, como el Ministerio Público de Consuelo Porras.
“No descansaremos hasta lograr, por la vía legal, la destitución de esta amenaza a la democracia”, enfatizó el Presidente de Guatemala, quien asumió el 14 de enero pasado hasta 2028.
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