En el Palacio Nacional de la Cultura, el mandatario precisó que favorecer la conectividad, la infraestructura, el acceso al agua y las oportunidades permitirán al pueblo encontrar las vías para salir adelante.
A propósito de los 15 años del Frente Parlamentario contra el Hambre de América Latina y el Caribe, Arévalo consideró que la articulación entre el Gobierno y el Congreso van a ser clave en ese sentido, especialmente a través de Leyes.
Ante congresistas de más de 20 naciones de la región, mencionó la de Seguridad Alimentaria y Nutricional, de Alimentación Escolar, de Alimentación Saludable, de Agricultura Familiar, entre otras.
“Pongámonos todos los actores públicos y privados del lado del pueblo de Guatemala, a trabajar para acabar con el hambre, a combatir juntos la desnutrición”, exhortó el político de 65 años, exdiputado y sociólogo de profesión.
Relacionó esta lucha con la de las injusticias, porque representa el abandono que como sociedad hemos hecho de muchas de nuestras comunidades, al punto de negarles medios para acceder a las condiciones mínimas alimentarias, remarcó.
En nuestro caso –puntualizó- se resume en muchísimos indicadores conocidos, pero uno expresa mayor dureza: la mitad de la niñez guatemalteca está condenada a no alcanzar su pleno desarrollo por insuficiencia alimentaria, subrayó.
“Es una injusticia porque representa la confluencia de un conjunto de dilemas sociales, sobre todo de malas decisiones que hemos venido haciendo a lo largo de décadas”, enfatizó el también exdiplomático.
Reflexionó que sería inútil centrarse en abordar la desnutrición únicamente como un mal clínico, sino que debe ser atendida y entendida como un problema amplio.
Combatir el hambre -expresó el jefe de Estado- pasa por el combate efectivo al cambio climático y a los efectos deplorables que genera en países como Guatemala.
Asimismo, añadió, transita por apostarle a una economía circular y al fortalecimiento de la agricultura familiar, una economía que florezca y que dé amplias posibilidades de empleo a todas las familias.
Pasa, por supuesto, por decisiones políticas e institucionales que garanticen infraestructura, saneamiento, una efectiva distribución de agua potable, insistió.
Incluyó sistemas de riego y, sobre todo, carreteras que conecten a las comunidades con los centros sanitarios y comercios.
“Sabemos que el tiempo apremia y que cada día sin condiciones que permitan la mejora general en la vida de los guatemaltecos, es uno que aleja a la niñez de los alimentos necesarios para desarrollar a plenitud su vida”, aseveró el mandatario.
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