Tras participar la víspera, en Venezuela, en la XXIII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), el mandatario remarcó los principios de paz, unidad, solidaridad y cooperación que impulsa ese mecanismo de integración regional.
Calificó a la iniciativa de “Alianza del Milagro que hizo realidad proyectos aparentemente imposibles y proezas que en el orden social han beneficiado a millones”.
Afirmó que pese esa agrupación de países ha probado cómo y cuánto se puede hacer desde el Sur, por encima de bloqueos y dificultades que decretan los imperios e impone sin piedad el actual orden internacional, profundamente injusto.
En su Declaración final, de 22 puntos, la XXIII Cumbre del ALBA-TCP reafirmó el compromiso de fortalecer como mecanismo de unión, diálogo y concertación política, sustentado en los principios de solidaridad, justicia social, cooperación y complementariedad económica.
Los gobernantes latinoamericanos y caribeños manifestaron, asimismo, el compromiso con la defensa de la soberanía nacional sin injerencias externas, y rechazaron los postulados de la Doctrina Monroe que, luego de 200 años, sigue utilizándose para justificar acciones desestabilizadoras e intervencionistas en la región.
La Agenda Estratégica ALBA 2030, aprobada en el encuentro, contempla la creación de una agencia de desarrollo y cooperación para captar recursos en el mundo; estudiar y aprobar el plan de relanzamiento de Petrocaribe en la nueva etapa; la aprobación del plan ALBA-Alimentos; y culminar exitosamente, firmar y adoptar el Tratado de Comercio de los Pueblos.
Los participantes reiteraron el llamado a la comunidad internacional para la imposición de un inmediato cese al fuego en la Franja de Gaza y detener el genocidio, los crímenes de guerra y de lesa humanidad contra Palestina.
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