La ceremonia de entrega tuvo lugar en el Estadio Panathinaikó de Atenas, el cual acogió en 1896 la primera edición de los Juegos Olímpicos modernos.
Por tanto, la antorcha que a partir el 26 de julio iluminará desde París al mundo en señal de esperanza, fraternidad, paz y amistad ya está oficialmente en manos francesas.
La llama olímpica pasará la noche bajo custodia en la embajada, para embarcarse mañana en el emblemático velero de tres mástiles Belem rumbo al Puerto Viejo de Marsella, a donde llegará el 8 de mayo.
Estanguet anunció hoy que una vez en la ciudad focense, en el Sur de Francia, su primer portador será el multimedallista bajo los cinco aros en natación Florent Manaudou, quien subió a lo más alto del podio en los 50 metros libres de Londres-2012.
El 16 de abril en Olimpia, precursora de los Juegos Olímpicos, se produjo el encendido de la llama, en una ceremonia que contó con la presencia del propio Estanguet y del presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach.
La flama recorrió cinco mil kilómetros en suelo griego, y después de su llegada a Francia pasará por 400 ciudades y comunas, incluyendo territorios de ultramar, en un periplo de 68 días antes de la inauguración de París-2024 el 26 de julio, en una ceremonia que debe tener al río Sena como protagonista.
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