De acuerdo con el Ministerio de Comercio del gigante asiático, estas medidas del gobierno nipón afectarán significativamente el intercambio normal entre empresas chinas y japonesas, al tiempo que perjudicarán la estabilidad de la cadena de suministro global.
Beijing instó a Tokio a corregir sus «prácticas erróneas» de manera oportuna y alertó que la parte china tomará las medidas necesarias para proteger los derechos e intereses de sus compañías.
«Dado que la industria de los semiconductores está altamente globalizada, las acciones de algunos países para ampliar el concepto de seguridad nacional, abusar de las medidas de control de exportaciones y fragmentar el mercado mundial están en clara contradicción con los principios de libre comercio», señaló un vocero del Ministerio de Comercio.
La medida de Japón se inserta en la guerra comercial entre China y Estados Unidos, este último con un interés marcado en frenar el acceso de Beijing a los semiconductores. De hecho, el gigante asiático acusó recientemente a Washington de reprimir de forma injustificada a las empresas nacionales de chips y calificó estos actos como una muestra de intimidación económica.
La Cancillería explicó en varias ocasiones que las acciones unilaterales trascienden por completo el concepto de seguridad nacional y afectan el comercio normal destinado a la población civil.
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