Garozzo, campeón olímpico en Río 2016 y plata en Tokio 2020 en la modalidad de florete, declaró que se dedicará ahora a su otra gran pasión, la medicina.
Son muchas las emociones que siento. Es una decisión provocada por circunstancias ajenas a mi voluntad, porque mi corazón estaba ‘lesionado’, pero que acepto con serenidad, escribió en su cuenta de Instagram.
Precisamente, su padecimiento fue una de las motivaciones para escoger su profesión en el futuro.
Hacía tiempo que había decidido dedicar mi vida profesional a la medicina, ahora con un objetivo aún más claro: estudiar y dar a conocer las afecciones cardiológicas, a menudo incomprendidas, que pueden aquejar a la población deportista, explicó.
El floretista de 31 años, que además es cuatro veces titular del mundo (por equipos) y tres de Europa, aclaró que, pese a todo, se siente un afortunado por su carrera.
Ha sido un viaje de sacrificios, compromiso y pasión, alegrías, satisfacciones y amistades que nunca habría imaginado. Los que me conocen saben cuánto amo la esgrima. La he amado con incansable dedicación y con todo mi corazón y le he dedicado mucho esfuerzo, pero me ha dado los resultados que soñaba, concluyó.
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