El dirigente planteó que la lucha sindical no es solo reivindicativa, por mejores salarios y condiciones de trabajo, pues hay que tener en claro que en el Palacio de Gobierno “hay una usurpadora que le hace mucho daño al país”.
Añadió que es innegable que Perú sufre una recesión económica, a lo que se agrega una larga crisis política y social y quienes pagan por esa situación son los trabajadores, los más pobres. Por eso, dijo, es necesaria la unidad de los obreros y el pueblo, por una democracia con justicia social, para que la riqueza se distribuya entre todos los peruanos, objetivo que requiere además conciencia de clase y el fortalecimiento del movimiento sindical.
López sostuvo que en Perú no hay democracia, ni derecho a protestar y transitar libremente, al señalar las restricciones policiales a la movilización realizada por el Día Internacional de los Trabajadores.
Reivindicó la efemérides frente a intentos de autoridades, empresarios y medios de prensa, de distorsionar la misma llamándola “Día del Trabajo” con el eventual fin de vaciarla de contenido solidario y de lucha.
López rindió homenaje a los mártires de Chicago y a los peruanos que hace más de un siglo dieron sus vidas por la jornada laboral de ocho horas, conquista hoy afectada por abusos patronales o por necesidad de los trabajadores de tener más de un empleo, por los bajos salarios.
La concentración fue precedida por una marcha por el centro de Lima que continuó con otra de familiares de medio centenar de caídos durante las protestas contra el ascenso al gobierno de la presidenta Boluarte, quien es investigada por la Fiscalía por esos hechos.
De otro lado, en el Palacio de Gobierno, la jefa de Estado condecoró con la Orden del Trabajo a diversas personalidades y entidades, casi todas ajenas al movimiento sindical.
Entre los distinguidos figuran el fallecido político Víctor Haya de la Torre, quien en su etapa socialdemócrata apoyó la lucha por las ocho horas; el presidente de la Corte Suprema, Javier Arévalo, por ser especialista en derecho laboral, y la Fundación Romero, del grupo financiero del mismo nombre, por ofrecer capacitación para el autoempleo.
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