En la clausura del Encuentro Internacional en Solidaridad con Cuba y contra el Imperialismo, que sesionó en esta capital, exigieron el fin del bloqueo impuesto por Estados Unidos y la inmediata expulsión de la isla de la unilateral lista de países patrocinadores del terrorismo.
Asimismo, demandaron el cese de la persecución y el chantaje a las naciones e individuos que desean establecer vínculos legítimos con la nación caribeña.
Denunciaron los planes subversivos, las campañas de intoxicación mediática y las acciones de guerra no convencional y de cuarta generación que tienen como objetivo debilitar la unidad del pueblo cubano en torno al Partido Comunista, su gobierno y sus dirigentes.
Los activistas, representantes de 220 organizaciones internacionales de solidaridad, subrayaron que a pesar de los intentos de Washington de aislar a la mayor de las Antillas, esta cuenta con el respaldo del mundo.
«Nos comprometemos, todos los aquí presentes, todos los países hermanos, a reforzar nuestra solidaridad política y económica a través de la promoción y el respaldo de iniciativas de cooperación», manifestaron.
Mediante una declaración emitida en el evento, expresaron su apoyo a la proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Los delegados convocaron a realizar movilizaciones masivas y coordinadas con otras organizaciones amantes de la paz, antibelicistas y ambientalistas que internacionalmente luchan y denuncian el incremento de las bases militares en América Latina y el mundo.
Abogaron por la solución pacífica de los conflictos entre las naciones, por la vía del diálogo y las negociaciones, en correspondencia con el derecho internacional y los propósitos y principios de la carta de Naciones Unidas
En este sentido, rechazaron la intrusión de fuerzas policiales ecuatorianas en la Embajada de México en Quito, hecho que calificaron como una violación de la soberanía de la nación norteña.
Los activistas exigieron la restitución del vicepresidente Jorge Glas a su condición previa al asalto y reencauzar su caso en correspondencia con el derecho internacional.
Además ratificaron su determinación de trabajar por hacer realidad un orden internacional más justo, libre de armas nucleares y conflictos bélicos.
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