En el Encuentro Internacional en Solidaridad con Cuba y contra el Imperialismo, celebrado en el Palacio de Convenciones de La Habana, el mandatario señaló a la pobreza, la desigualdad, el hambre y la falta de acceso a educación como temas urgentes a resolver.
Afirmó que en medio del más colosal desarrollo científico-técnico de todos los tiempos, el mundo ha retrocedido tres décadas en materia de reducción de la pobreza, y hoy 800 millones de personas en el orbe padecen de hambre, y 760 millones, en su mayoría mujeres, no saben leer ni escribir.
El llamado tercer mundo –apuntó- presenta más de 84 millones de niños sin escolarizar y más de 660 millones de personas sin electricidad, y solo el 36 por ciento de la población utiliza internet en los países menos adelantados y en las naciones del desarrollo.
Explicó que al acudir a los mercados financieros, las naciones del sur se han enfrentado a tasas de interés hasta ocho veces superiores a las de los países desarrollados, mientras el gasto militar de los países desarrollados aumentó significativamente este año.
En ese sentido, destacó la necesidad de la unidad y la solidaridad para cambiar el actual orden económico internacional, y lograr que se destinen menos recursos a armamento y más a la reducción de la pobreza y la educación.
Señaló que la guerra es el lenguaje usado por las potencias teóricas para resolver los conflictos, mientras crece la pobreza y cada vez son mayores los impactos del cambio climático.
Hay un agotamiento de los recursos naturales y una creciente desigualdad entre pobres y ricos, lo cual explica y expresa los límites a los que ha llegado el actual orden económico internacional, remarcó.
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