Se trata de una reedición del año pasado, cuando Denver necesitó solo cinco juegos para despachar a Minnesota en la primera ronda de los playoffs como trampolín hacia su primer campeonato de la NBA.
No obstante, esta vez los Lobos son obstáculo mucho más serio, descansados y relativamente sanos, guiados por su estelar Anthony Edwards, secundado por el dominicano Karl-Anthony Towns.
Los monarcas tienen dudas sobre el físico de Kentavious Caldwell-Pope, a quien probablemente se le asignará la tarea defensiva sobre Edwards, y del base canadiense Jamal Murray.
Al respecto, el entrenador del quinteto de Colorado, Michael Malone, dijo a los periodistas la víspera que Caldwell-Pope participó plenamente en las dos prácticas de esta semana, mientras que Murray estuvo intermitente.
Esta última es una preocupación seria, pues las posibilidades de los Nuggets de ganar la serie disminuirán enormemente sin su organizador, el mejor aliado del extraclase serbio Nikola Jokic.
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