En el desafío celebrado en el Estadio Augusto César Sandino de esta urbe en el centro de Cuba, el espigado lanzador, de solamente 19 años de edad, consumó el sueño de alcanzar un triunfo en la primera división del béisbol cubano, según confesó en exclusiva a Prensa Latina.
“Me apoyé en mis lanzamientos en curvas y rectas pegadas al bateador, aunque no entré con mi mejor control, pero me fui recuperando en la media que pasaron los innings”, manifestó el atleta oriundo del municipio de Sagua la Grande.
“El año pasado tuve dos salidas. Un juego lo dejé ganando en el quinto inning, pero al final lo perdimos y en el otro sufría derrota, de ahí mi felicidad, pues mi equipo perdió los primeros tres juegos ante Ciego de Ávila y los cuatro últimos frente a Las Tunas” destacó David.
Reveló que hizo preselección del equipo Cuba en la categoría de sub-15 años, pero el torneo finalmente se suspendió a consecuencia de la pandemia de la Covid-19.
Con este triunfo, que contó además con un hermético relevo del monticulista Pedro Manuel Castillo, el equipo de Los Leopardos azucareros alcanzó su victoria 17 ante 24 derrotas, a la vez que Ciego de Ávila se mantuvo con balance positivo con 24 triunfos y 17 reveses.
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