Después de las inquietudes y las críticas que desataron sus propósitos a finales de febrero, cuando evocó por primera vez la posibilidad de despachar militares hacia el frente ucraniano, el mandatario francés los reiteró esta semana en declaraciones al semanario británico The Economist, atizando los cuestionamientos, incluso entre los aliados de la OTAN.
En una entrevista concedida a La Tribune Dimanche y La Provence, Macron acusó a Rusia de no tener límites, por lo que no habría que fijárselos con ella.
Al principio del conflicto Rusia decía pretender salvar a las provincias ucranianas que habían declarado su autonomía, pero ha decidido convertirse “en una potencia desestabilizadora que no pone ningún límite estratégico a su acción”, estimó.
A raíz de los comentarios del jefe de Estado, el vocero de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, los calificó de muy peligrosos e insistió en que Moscú continuará con su operación especial en Ucrania hasta cumplir los objetivos trazados.
Para expertos, Macron fija una postura de ambigüedad estratégica que saca a la luz las diferencias dentro de la OTAN, considerando el distanciamiento que países como Alemania e Italia han tomado respecto al tema del envío de tropas occidentales.
También en Francia causan preocupación y rechazo las declaraciones del mandatario, con llamados a que París asuma una posición de búsqueda de la paz y de fin del conflicto.
En la entrevista con La Tribune Dimanche y La Provence, Macron abordó diversos asuntos de la agenda interna, entre ellos la limitación imperante a dos mandatos presidenciales, que hacen imposible su aspiración a competir por el Elíseo en las elecciones del 2027.
Si bien afirmó no tener interés en cambiar la Constitución, manifestó su criterio de que sería mejor dejar esa decisión en manos de los votantes.
Medios de prensa recordaron que el líder francés cuestionó en el pasado la restricción de dos mandatos establecida en 2008.
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