La entidad procedió al sacrificio de los animales enfermos, decretó la cuarentena total de la instalación y abrió una investigación para determinar el origen del virus, que estaba extinto en el país desde 2019.
Un comunicado del SAG señaló que la enfermedad es altamente contagiosa y sólo afecta a los équidos, caballos, yeguas, burros y mulos, no hay vacuna para ella, ni tratamiento disponible.
Los ejemplares contagiados presentan síntomas severos que pueden causarle la muerte y los sobrevivientes se convierten en portadores de por vida, lo cual aumenta el riesgo de transmisión.
Un dato importante es que el virus no afecta a los seres humanos ni a animales de otras especies, precisó el Servicio Agrícola Ganadero.
La patología se transmite a través de la picadura de insectos o cualquier objeto cortopunzante que contenga sangre de otro animal enfermo.
El SAG recomendó a los dueños de équidos mantener una estrecha vigilancia y si observan fiebre, anemia e hinchazón en las extremidades, informar de inmediato en cualquier oficina de la institución.
oda/car/eam