En su carta semanal, el mandatario explicó como en ese sentido el valor de Sudáfrica se extiende a muchas industrias, a medida que las empresas locales e internacionales continúan expandiendo sus inversiones o realizando nuevas.
La inversión, recordó, es importante porque, entre otras cosas, crea empleo, respalda el crecimiento de proveedores emergentes, genera ingresos para el país y, al hacerlo, respalda nuestros esfuerzos por reducir la pobreza y la desigualdad.
Según un informe reciente de la consultoría PwC, la inversión extranjera directa (IED) neta en Sudáfrica ha sido consistentemente positiva desde la crisis financiera global de 2007 a 2009, recordó Ramaphosa
Durante el 2023, prosiguió, las entradas de IED ascendieron a 96 mil 500 millones de rands (unos cinco mil 200 millones de dólares), equivalente al 1,4 por ciento de nuestro producto interno bruto (PIB).
Ese dato, puso de relieve el Presidente, respalda una tendencia en la que la inversión extranjera directa ha sido, en promedio, mucho mayor en los últimos cinco años que en la década anterior.
En el campo de la inversión extranjera, detalló, el sector manufacturero es el mayor destino, seguido por las minas y canteras, y los servicios financieros.
Según PwC citó el Presidente, Sudáfrica tiene atractivos como los servicios financieros e industrias de comunicaciones de clase mundial, mercados de capital profundos, abundantes recursos naturales y un sistema legal transparente.
Además, añadió, Sudáfrica es “una ubicación geográfica estratégica para entrar al resto del África subsahariana”. Al mismo tiempo, como garantía de esas inversiones, resaltó Ramaphosa,
Sudáfrica es una democracia estable con instituciones sólidas, con buenas relaciones con países del continente y de todo el mundo, y vínculos comerciales favorables con varios grandes mercados.
De esa manera, concluyó, “continuaremos aprovechando los avances que hemos logrado para crear un clima propicio para los negocios y la inversión que promueva el crecimiento económico y cree empleos”.
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