La jueza Aileen Cannon dio el puntillazo cuando canceló la fecha del juicio prevista en mayo y no fijó una nueva, alegando cuestiones significativas relacionadas con pruebas clasificadas que, según ella, deben resolverse antes de que este caso federal vaya a las manos del jurado.
De esta forma solo uno de los cuatro juicios penales sigue en marcha, porque tampoco los otros tienen fechas fijadas y es a lo que está apostando el equipo de la defensa de Trump: dilatar los procesos hasta después de las elecciones del 5 de noviembre.
El virtual candidato presidencial republicano espera llevarse la victoria en el enfrentamiento revancha que se avecina con el demócrata Joe Biden.
De acuerdo con los reportes, todas las disputas legales Cannon debe resolverlas antes de que un jurado pueda conocer del caso y ese proceso podría extenderse hasta finales del próximo mes de julio.
La orden dictada por la magistrada tiene ocho mociones sustantivas pendientes sobre las que aún tiene que emitir su criterio y señaló que las acusaciones en el caso «presentan cuestiones novedosas y difíciles».
Trump pidió retrasar el caso de los documentos clasificados y alega que existe un mal manejo de las pruebas. Cannon añadió que su nueva orden de retraso realizará una audiencia el 24 de junio.
El exmandatario está ahora mismo en medio de su primer juicio, que se desarrolla en una corte de Nueva York, donde se le acusó de 34 cargos asociados a la falsificación de registros comerciales para ocultar el pago por silencio en 2016 a la actriz de cine porno Stormy Daniels, quien sostiene que tuvo en 2006 un romance con el magnate.
Este martes subió al estrado de los testigos la Daniels, que repitió detalles de un presunto encuentro con un Trump algo incómodo en la sala del tribunal cuando se hablaban sobre estos asuntos, reseñaron reportes de la prensa.
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