El evento, organizado por el Business Council for Africa (CCA), cuenta con la presencia de más de mil 500 ejecutivos del sector público y privado de Estados Unidos y África; además, asisten varios mandatarios del continente.
Entre los asistentes de alto nivel en la reunión están el presidente de Angola, João Lourenço, y sus homólogos de Cabo Verde, José Maria Neves; de la República Democrática del Congo, Felix Tshisekedi; de Zambia, Hakainde Hichilema, y de Nigeria, Bola Ahmed Tinubu.
Infraestructura energética y transición hacia fuentes más sustentables, la situación y oportunidades en el sector de salud pública, innovaciones y oportunidades en el sector de las nuevas tecnologías, son algunos de los temas a debate en Dallas.
Durante estos días también se prevén foros específicos para cada uno de los países con las miradas puestas en los mercados de inversión.
Para Estados Unidos estrechar sus nexos con África tiene ante todo el objetivo de frenar la influencia de Rusia y China, a juicio de observadores.
Estadísticas revelan que los países africanos gastan, en promedio, alrededor de 45 mil millones de dólares al año en importaciones agrícolas.
Sin embargo, en esa parte del mundo está el 60 por ciento de la tierra cultivable para producir alimentos para las poblaciones locales y el resto del planeta.
No pocos expertos coinciden en que la inversión en el sector agrícola en África desempeñará un papel decisivo en el éxito de la Agenda 2063 de la Unión Africana.
La base económica del continente se sustenta en la agricultura y las industrias extractivas.
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