En una audiencia efectuada en la mañana de este miércoles con los participantes en la consulta convocada por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, con el tema “Cuidar es trabajo, trabajo es cuidar”, Francisco señaló que, en tal sentido, “el mundo necesita un compromiso renovado”.
Se requiere, según dijo en ese discurso, publicado por la oficina de prensa de la Santa Sede, de “un nuevo pacto social que nos una, a las generaciones mayores y a las generaciones más jóvenes, para el cuidado de la creación y para la solidaridad y la protección mutua dentro de la comunidad humana”.
El Sumo Pontífice se dirigió a los participantes en ese foro, representantes la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de las Conferencias Episcopales, de congregaciones religiosas, sindicatos y de otros grupos de base de sociedad civil, quienes durante los últimos seis años se dedicaron a reflexionar sobre este tema
Se refirió al compromiso con el proyecto denominado “El futuro del trabajo: el trabajo después de Laudato si”, en alusión al contenido de su segunda encíclica, del 24 de mayo de 2015, que se centra en la preservación del planeta para la humanidad, defendiendo la naturaleza, la vida animal y las reformas energéticas.
“Es necesario aunar todos nuestros recursos personales e institucionales, iniciar una lectura adecuada del contexto social en el que nos movemos, tratando de captar sus potencialidades y, al mismo tiempo, reconocer de antemano aquellos males sistémicos que pueden convertirse en plagas sociales”, manifestó.
Como cuestiones de crucial importancia para toda la sociedad, citó a las relaciones del trabajo con las industrias extractivas, la seguridad alimentaria, la migración, la justicia social y la transición correcta, teniendo en cuenta su interdependencia con el medio ambiente.
Al hablar sobre las industrias extractivas, recordó que “las exportaciones de algunas materias primas con el único fin de satisfacer los mercados del Norte industrializado no han estado exentas de graves consecuencias”.
Respecto a la seguridad alimentaria, citó datos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), según los cuales, en 2023 más de 280 millones de personas de 59 países sufrieron altos niveles de inseguridad alimentaria aguda, debido causas como los conflictos bélicos, el cambio climático y las crisis económicas.
En cuanto a los migrantes, aseveró que muchas veces son vistos como un problema y un aumento de los costos de una nación, cuando en realidad, trabajando contribuyen al desarrollo económico y social del país que los acoge y de aquel de dónde vienen.
Sobre la justicia social, significó que se trata de una “expresión de las encíclicas sociales de los Papas que no es aceptada por la economía” y refirió al riesgo en las sociedades actuales de aceptar lo que sucede con indiferencia, y sin capacidad para enmarcar problemas a menudo complejos y encontrarles respuestas adecuadas.
De la transición correcta el papa Francisco expresó que de lo que se trata es de repensar los tipos de trabajo que deben promoverse “para cuidar de la casa común”, especialmente en función de las fuentes de energía que se requieren, agrega la fuente.
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