Refirió el mandatario en una locución realizada en esa localidad, y como parte de la agenda del Gobierno con los Barrios Populares, que el sistema de atención médica del país se deteriora paulatinamente, al punto de que actualmente solo existen unas siete Empresas Promotoras de Salud del más de un centenar que se crearon con la Ley 100 de 1993.
“Es un sistema que se está muriendo, que se va a morir, pero el Congreso no aprueba el nuevo modelo y, obviamente, nos manda hacia la crisis, que no podemos tolerar. Por tanto, en los resquicios legales que tenemos estamos implementando un nuevo modelo de salud”, detalló.
Según dijo, este nuevo programa que se desarrolla en todo el territorio nacional cuenta ya con cinco mil equipos básicos de atención primaria financiados y en operación. “Hay que llegar a 11 mil, es nuestro objetivo. Este sistema ya está sobre ruedas, andando, hay que publicitarlo más”, orientó.
El nuevo proyecto de reforma a la salud sería el segundo que se presenta al Congreso por parte del Gobierno, después de que una moción de archivo presentada por una legisladora de derecha lograra hundir la propuesta anterior en el Senado el pasado mes de abril.
También en Caldas, el gobernante hizo un llamado a fortalecer la política pública de mejoramiento de casas usadas en los barrios populares, con la colaboración de las asociaciones de albañiles y de mujeres.
El mayor déficit del sector en Colombia no está en la construcción nueva, que sí lo hay, sino en la vivienda que ya se usa, que ya está construida y que tiene muy mala calidad, porque no logra darles calidad de vida a las familias, manifestó.
La jornada de Gobierno con los Barrios Populares, la estrategia gubernamental para llegar a los sectores más excluidos de las grandes ciudades del país, se realizó en el sector de San Sebastián, de la capital caldense.
El ejercicio popular se extendió además a la ciudad de Pereira, capital de Risaralda, al centro del territorio nacional, y mañana se trasladará a Cali.
El periplo del presidente se inició el lunes en Bogotá y Soacha (Cundinamarca), luego siguió en Barranquilla, Cartagena y Santa Marta, en el norte de la nación.
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