En un comunicado, ATE destacó el elevado respaldo a la acción de protesta y aseguró que la administración pública se encuentra completamente paralizada.
Como parte de la medida de fuerza, fueron cancelados más de 700 vuelos, fue suspendido el servicio de trenes, del subterráneo capitalino y de la mayoría de las líneas de ómnibus.
Las escuelas, bancos y otros organismos permanecen cerrados.
“Los intentos del Gobierno por infundir miedo y temor fueron infructuosos. Salvo aquellos que garantizan guardias mínimas en servicios esenciales, ningún estatal concurrió a trabajar. En este momento, la adhesión a la medida es casi total en todo el país”, afirmó el secretario general de ATE Rodolfo Aguiar.
Vamos a la huelga empujados por el Ejecutivo. Su política económica, la reducción de los salarios reales y los despidos son solo algunas de las causas de nuestra decisión, añadió.
Asimismo, criticó a la actual gestión por “arrodillarse ante un poder extranjero y seguir un camino de servidumbre”.
Además de todos los sectores que integran la CGT (comercio, construcción, camioneros, bancaria, metalúrgicos, estatles, sanidad y docentes, entre otros), participan la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) y la CTA-Autónoma.
En un comunicado conjunto, esas agrupaciones señalaron que el paro tiene como objetivo defender los derechos laborales, sociales, previsionales y sindicales, y exigir un salario digno.
Asimismo, denunciaron el ajuste llevado a cabo por el Gobierno en el nombre de la libertad de mercado, el cual afecta especialmente a los sectores de menores ingresos, la clase media asalariada, los jubilados y pensionados.
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