Siljanovska-Davkova contó en los comicios con el respaldo del opositor y nacionalista partido VMRO-DPMN para superar el pasado miércoles, con 65 por ciento de los votos, al actual mandatario, el socialdemócrata Stevo Pendarovski, del gobernante SDSM, que obtuvo 29 puntos de apoyo.
La nueva dignataria prometió reforzar el Estado de derecho, la integración en la Unión Europea y mayores derechos para las mujeres, así como una composición multiétnica y multireligiosa del gabinete presidencial y un gran número de féminas en varias carteras.
Como parte de su posición nacionalista, la nueva jefa de Estado no mencionó en la ceremonia de juramento el nombre de este país acordado con Grecia en 2018, lo que provocó la salida de ese acto de la embajadora del estado helénico.
La nueva presidenta y la derecha de este país balcánico rechazan el arreglo con Atenas y mantienen su posición de denominar a esta nación como Macedonia, un término discutido por Grecia, cuya provincia norteña tiene igual nombre desde hace siglos.
Precisamente, la solución propuesta para zanjar la disputa en torno a la denominación de la república exyugoslava fue una de las condiciones para el ingreso de esta nación a la Organización del Tratado del Atlántico Norte en 2020, un hecho que provocó aquí fuertes protestas.
Junto con los presidenciales, se realizaron comicios legislativos en los que el partido VMRO-DPMN también salió ganador, al obtener 58 de los 120 escaños en disputa. Los nacionalistas anunciaron un acuerdo con la formación albanesa Vredi, con 13 mandatos.
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