En opinión del alto cargo, quien ofreció una entrevista para la agencia gubernamental moldava Moldpres, ese contingente es considerado por Chisináu como un obstáculo para la solución del conflicto con la república no reconocida.
Recean agregó que las actuales autoridades moldavas abogan por la retirada inmediata de esas tropas y seguirán exigiéndolo a Moscú.
Al mismo tiempo, el primer ministro cree que el anterior formato de negociaciones «cinco más dos» (Moldavia, Transdniester, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, Rusia, Ucrania y observadores de Estados Unidos y la Unión Europea) «ya no es posible en las nuevas realidades».
Las fuerzas de paz rusas entraron en Transdniester el 29 de julio de 1992 de conformidad con el acuerdo sobre los principios de solución pacífica del conflicto armado en la región, firmado el 21 de julio de 1992 por Moscú y Chisináu en presencia del líder de la autoproclamada república.
Actualmente, las tropas mantienen la paz en la zona de seguridad a lo largo del río Dniéster junto con efectivos de Moldavia, Transdniester y un grupo de observadores militares de Ucrania.
La eficacia de esta operación se evidencia en el hecho de que durante 31 años no ha habido un solo estallido de violencia y no ha muerto ninguna persona en la zona del conflicto.
Sin embargo, Moldavia no solo insiste en la retirada de las fuerzas de paz rusas, sino que también propone sustituirlas por una misión civil bajo mandato internacional. A su vez, en Transdniester se oponen a la retirada del Ejército ruso.
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