El liderazgo socialista en los comicios regionales del pasado 12 de mayo se consolidó con el triunfo de Salvador Illa, pero la resaca electoral sorprendió con el empeño del líder independentista en el exilio de Junts (JxCat), Carles Puigdemont, de intentar una investidura.
Puigdemont y JxCat, en la franja de la derecha, aspiran a revivir los aires separatistas que provocaron una conmoción en Cataluña en 2017. Ahora, superaron con amplitud a otro partido independentista, Esquerra Republicana (ERC), de izquierdas.
De hecho, el todavía presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, anunció que dejaría la política y su organización estará en la oposición, descartando cualquier apoyo a una investidura.
También se sumó en el plano de la dimisión, el líder de facto de ERC, Oriol Junqueras, quien estuvo cuatro años en prisión por los sucesos de 2017 y no se explica la causa del duro revés de su agrupación.
Cataluña, entre los vientos de izquierda, independentistas, moderados o de extrema derecha, marca el epicentro de la política de España por su importancia en la gobernabilidad de la coalición que lidera el jefe del Ejecutivo nacional, Pedro Sánchez.
Aunque en votos y escaños, Illa, muy cercano a Sánchez, es el gran triunfador de los comicios regionales catalanes de este domingo, no tiene mayorías claras para formar gobierno.
Los resultados refrendaron el proyecto del exministro de Sanidad, castigaron al vigente partido dominante en la administración, ERC y dejaron en segundo puesto a Junts.
Analistas locales creen se acentuó una reticencia de la mayoría del electorado a convalidar la causa del separatismo, y el ascenso del conservador Partido Popular (PP) en busca de un equilibrio de fuerzas.
Otras claves apuntan a que un pacto del PSC de Illa con Junts, de momento se antoja distante, aunque no imposible. Están en las antípodas ideológicas, pero llegaron a arreglos para la investidura de Sánchez. Puigdemont, sin embargo, aspira a erigirse presidente de la Generalitat buscando respaldo o abstenciones de ERC o los propios socialistas, algo de momento imposible.
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