En declaraciones realizadas este jueves al rotativo Izvestia, el vocero del Kremlin manifestó que el tema Ucrania será sin falta objeto de discusiones durante la cumbre chino-rusa que comenzó esta jornada en la ciudad de Beijing.
«Cualquier iniciativa de paz es bienvenida. A Moscú le causa buena impresión, en particular, la visión de la parte china acerca de las posibles perspectivas y el posible terreno para iniciar los intentos de resolver la situación», agregó Peskov.
China sostiene que las negociaciones son la única manera real de solucionar la crisis ucraniana y defiende una serie de principios clave en este sentido, particularmente prevenir la extensión de las hostilidades a terceros países y su involucramiento en el conflicto.
Igualmente es partidaria de evitar la escalada de operaciones bélicas, no utilizar armas de destrucción masiva, ante todo nucleares y biológicas, abstenerse de ataques a la población civil y a instalaciones nucleares, así como evitar declaraciones y acciones que alejan la perspectiva de un alto el fuego.
El pasado 9 de abril, el canciller chino, Wang Yi, expresó la esperanza de que las hostilidades en Ucrania cesen lo más temprano posible. Wang reafirmó que China procura el pronto restablecimiento de la paz y la estabilidad en el continente europeo y seguirá desempeñando un papel constructivo con ese fin.
En particular, Beijing avala la convocatoria a su debido tiempo de una conferencia de paz internacional que sea reconocida tanto por Rusia como por Ucrania y garantice la participación equitativa de todas las partes y debates justos sobre todos los planes de paz.
El 13 de mayo, el portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, dijo que Beijing considera necesario «enfriar la situación» en torno a Ucrania como un primer paso para resolver la crisis actual, y que este planteamiento cuenta con el apoyo de otros países, como Türkiye, Egipto, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
Rusia desarrolla desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania cuyos objetivos, según el presidente ruso, Vladimir Putin, son proteger a la población de «un genocidio por parte de las actuales autoridades de Kiev».
Igualmente se persigue atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este.
Hasta la fecha, Ucrania ha condicionado el cese de las hostilidades a la recuperación de todos los territorios, incluida Crimea, que se unió a Rusia en marzo de 2014.
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