Los civiles, que ya están exhaustos, desnutridos y víctimas de innumerables traumas, corren ahora un mayor riesgo de ser asesinados, heridos o desplazados dentro de sus comunidades en ruinas, criticó en un comunicado Adele Khodr, directora regional del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) para Oriente Medio y Norte de África.
La ofensiva contra la sureña ciudad de Rafah y en otras zonas del enclave costero empeoró aún más el sufrimiento de cientos de miles de niños, sumidos en una pesadilla desde el 7 de octubre, subrayó.
“No podemos aceptar su destino como víctimas colaterales de este conflicto que ellos no eligieron en absoluto”, advirtió.
Khodr criticó las operaciones que el Ejército desarrolla en Rafah, en las ciudades de Gaza y Beit Lahiya, y en el campamento de refugiados de Jabalia.
Desde el inicio de esta nueva escalada, la pasada semana, las dificultades encontradas por Unicef para entregar ayuda al enclave se agudizaron aún más, alertó.
La funcionaria destacó que los principales hospitales situados en el norte, incluidos Kamal Adwan, Al Awda y el Indonesio, están atrapados en el fuego cruzado.
Mientras tanto, las personas que están al borde de la hambruna se encuentran ahora privadas de toda ayuda, lamentó.
Es imperativo que las fronteras se abran sin demora y que las organizaciones humanitarias puedan moverse con seguridad para brindar la asistencia vital de la que dependen todos los niños de Gaza, exigió.
De lo contrario, aseguró, la tragedia que estamos presenciando será aún más espantosa, un resultado que debemos evitar.
“Es imperativo silenciar las armas y respetar los derechos de los niños en Gaza, víctimas de atrocidades inimaginables, ellos merecen un alto el fuego inmediato y una oportunidad de vivir en paz”, afirmó la directiva de Unicef.
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