Con un plantón en las afueras de la Fiscalía General del Estado, la organización Nueva Coccinelle demandó justicia y una vida digna para mujeres trans-adultas mayores que sufrieron violaciones a sus derechos en las décadas de 1980 y 1990, cuando en Ecuador se criminalizaba la homosexualidad.
La Nueva Coccinelle, Nebraska León, comentó que desde 2019 presentaron la demanda contra el Estado ecuatoriano y no ven avances en la investigación.
Vamos a continuar en esta lucha como sobrevivientes junto con la nueva generación, porque todavía no tenemos espacio laboral, no tenemos una buena salud, vivienda digna y nuestras compañeras han muerto en situaciones de calle, lamentó León.
La responsable del equipo de género de la Fiscalía, Carolina Caza, recibió a una parte de las manifestantes y les dijo que, a pesar del tiempo transcurrido, el caso continúa en investigación previa.
“Es importante este acercamiento, sin embargo, no es suficiente. Nos mantendremos vigilantes de que Fiscalía cumpla con el debido proceso y dé celeridad”, apuntó Annie Cuji, asesora jurídica de la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos.
Tras la protesta, las participantes se dirigieron a las afueras de la embajada de Perú en Quito par mostrar su apoyo a la comunidad Lgbtiq+ de la nación vecina, luego de que el Gobierno peruano declarara la transexualidad como enfermedad mental.
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