El propósito de esos recursos es aumentar las capacidades de los Estados miembros afectados por la sequía y las inundaciones inducidas por el fenómeno El Niño, donde se calcula que más de 61 millones de personas recibieron algún tipo de perjuicio.
De acuerdo con el comunicado final de la cumbre, el Llamamiento tendrá una actualización en agosto de 2024 para reflejar la evolución de las necesidades a medida que los países concluyan sus evaluaciones en profundidad de los daños ocasionados.
Las condiciones climáticas y meteorológicas experimentadas recientemente en la región tienen impacto negativo en su desarrollo socioeconómico y en los precios de las materias primas básicas, así como en la agricultura y la seguridad de los medios de subsistencia, la seguridad alimentaria, la nutrición, la salud, agua y energía.
Frente a ese escenario, los jefes de Estado y de Gobierno pidieron intervenciones coordinadas, integradas y armonizadas; además de una postura proactiva y programas de acción para mitigar los riesgos climáticos, como el fenómeno de La Niña previsto para la temporada 2024-2025.
Entre otras acciones, los miembros de la SADC propusieron que aquellas naciones que integran la organización y tienen excedentes de cereales den prioridad a las exportaciones hacia otros Estados miembros con déficit.
Igualmente agradecieron a los socios de cooperación internacional, incluidas las agencias de la ONU y las organizaciones regionales, por el apoyo prestado en la evaluación y redacción del Llamamiento, así como la promesa de entrega de fondos.
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