La actividad fue presidida por la embajadora, Mirta Granda, y como invitado especial participó en la misma el destacado intelectual Miguel Barnet, titular de la Fundación Don Fernando Ortiz, y presidente de honor de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
También asistieron miembros del cuerpo diplomático acreditado en Italia, representantes de la comunidad de cubanos residentes en esta nación europea, así como integrantes de grupos y asociaciones que conforman el histórico movimiento de solidaridad con la Isla, además de la renombrada artista plástica Clara Mallegni.
En la primera parte de este evento, que fue conducido por Damián Delgado, consejero y segundo jefe de esa misión diplomática, la niña Sofía Sierra, pequeña integrante de ese colectivo, recitó el poema Cultivo una rosa blanca, de Martí.
En las palabras centrales de este homenaje, la embajadora destacó la relevancia de esos versos sencillos que reflejan la rosa blanca como uno de los símbolos más puros de su nación, como un “canto a la unidad de todos los cubanos y a los sentimientos más enaltecedores sobre los que se erige su ética, como la honestidad y la sinceridad”.
Barnet habló sobre la importancia cultural y patriótica de la obra de Martí, uno de esos hombres que “liberan al Universo”, el cual tuvo en el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, a su mejor discípulo.
En nombre de los cubanos residentes en Italia, Irma Castillo, promotora cultural y fundadora del proyecto Timbalaye, manifestó que la mejor manera de homenajear al Héroe Nacional es “con nuestro modo de actuar, nuestras acciones, desde el lugar donde nos encontremos, en defensa de nuestra soberanía, de nuestro proyecto social”.
Representantes de dicha comunidad donaron a la Embajada tres obras realizadas por el pintor cubano Kamil Bullaudy, inspiradas en la trascendencia del legado de José Martí.
En la parte final del acto fue develada por Mallegni, junto a la jefa de la misión diplomática cubana, en el rincón martiano ubicado a la entrada de esa entrada de la Embajada, una escultura realizada por ella, que representa una hermosa rosa blanca en mármol que emerge de la piedra.
La embajadora significó que la escultora italiana “logró esculpir bellamente en mármol el lirismo que palpita en el verso martiano”
Por su parte, Mallegni señaló que “este es el significado de mi trabajo para recordar a Martí a 129 años de su caída en combate”, pues la rosa blanca representa la pureza de sus ideales, así como su firme y fuerte convicción de luchar por la independencia de Cuba. .
Granda aseveró que “ese símbolo supremo de su ideario, constituirá desde hoy, un permanente homenaje al Apóstol” en la Embajada, y expresó que “con Fidel podemos decirle a Martí que hoy más que nunca necesitamos de sus pensamientos, que hoy más que nunca necesitamos de sus ideas, que hoy más que nunca necesitamos de sus virtudes”.
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