Asimismo el Gobierno de Jartum comparó al grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, inglés) con organizaciones como el Estado Islámico y Boko Haram y denunció lo que calificó como indulgencia internacional hacia la agrupación armada.
El comunicado de la cancillería sudanesa llamó también a la comunidad internacional a reconocer y apoyar al Gobierno, que acusa a las RSF de cometer crímenes de lesa humanidad y limpieza étnica en más de un año de guerra.
Finalmente, el comunicado expresa su satisfacción por las condenas emitidas recientemente por representantes de Naciones Unidas y otros organismos internacionales que han censurado las acciones de los Paramilitares, especialmente en la región occidental de Darfur.
Desde mediados de abril del pasado año, esta nación africana se encuentra sumida en una guerra interna, tras avivarse las contradicciones por cuestiones de poder entre el jefe del Ejército, Abdel Fatah al-Burhan, y el líder de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido, Mohamed Hamdan Daglo.
En Sudán, donde ocurrió un golpe de Estado militar en 2019 y otro en 2021, se desató un conflicto que mató a miles de civiles, entre ellos, unos 15 mil solo en la región de Darfur Occidental, y provocó el desplazamiento de unas siete millones de personas, según datos suministrados por las Naciones Unidas.
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