Durante 68 días de actividad, la entidad especializada reportó fenómenos como la emisión de flujos de lava a través de un sistema de fisuras en la parte alta del flanco suroriental del volcán.
Se estima que el volumen total de material volcánico emitido durante la erupción fue de 60 millones de metros cúbicos, con lo cual esta es posiblemente la erupción más grande del volcán en los últimos 40 años, indicó el Instituto Geofísico.
La isla Fernandina no tiene asentamientos humanos; sin embargo, los expertos recomiendan a los turistas no acercarse a la zona de depositación de los flujos de lava, aunque la erupción haya terminado.
Según el Instituto, en el proceso se formaron túneles de lava que son muy inestables y pueden colapsar repentinamente y, además, esas zonas se mantienen calientes y las rocas son muy cortantes.
La Cumbre se eleva hasta los mil 476 metros sobre el nivel del mar y el recién finalizado proceso eruptivo recordó a los científicos el origen volcánico del archipiélago de Galápagos, catalogado desde 1978 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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