De acuerdo con un reporte de ONU Comercio y Desarrollo (Unctad), los pequeños estados insulares en desarrollo, PEID, están expuestos al aumento del nivel del mar y a eventos climáticos extremos, por lo cual urgen de apoyo financiero adecuado para sobrevivir al cambio climático.
El calentamiento global continúa su avance, apunta el texto, y representa una amenaza existencial para muchos PEID, sin embargo, el apoyo internacional disminuyó, incluso mientras suceden crisis en cascada.
Aunque en 2022 se registró un máximo de 287mil millones de dólares en Asistencia Oficial al Desarrollo (AOD) global, la ayuda a los PEID cayó un 13 por ciento a cinco mil 900 millones de dólares, según el último análisis de la Unctad.
Esa contracción de la ayuda es un golpe significativo para esas economías, continúa el estudio, al depender en gran medida de las importaciones de bienes esenciales como alimentos y combustible, así como de flujos financieros externos.
Pese a la necesidad de los apoyos externos, la Unctad subraya que la ayuda debe evitar empeorar las cargas de deuda.
Explica el organismo que la proporción de préstamos concesionales en la AOD relacionada con el clima para las pequeñas islas se duplicó desde la pandemia de la Covid-19.
Los préstamos, acentuó, se otorgan en términos concesionales, inevitablemente exacerban la carga de deuda de 85 mil millones de dólares que enfrentan esos paises, equivalente al 72 por ciento de su Producto Interno Bruto combinado.
Equilibrar donaciones y préstamos es crucial para evitar que queden atrapados en una trampa de deuda climática.
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